miércoles, 31 de octubre de 2007

Restaurante Ana

Creo que es mi favorito en Santiago, aunque lo digo sin haber probado el Toñi Vicente, así que puede que haya quien no esté de acuerdo conmigo.
Está en el barrio de Sar, al final del Castrondouro. Se encuentra en una preciosa casa con un patio donde se puede comer si está buen tiempo -la última vez que he estado en la terraza ha sido el 12 de octubre, algo raro para Santiago-. Cuenta con varios comedores, pudiendo escoger zona de fumadores y no fumadores.
La carta cuenta con varias entradas que se prestan a compartir, como las croquetas caseras, los langostinos envueltos en brick, y las entradas de patata con bacalao en tosta. Después tenemos otras entradas que aparecen dentro del apartado de entradas individuales, como el salteado de verduras y langostinos, que no deparan nada especial.
La alegría llega con la brocheta de salmón y vieiras sobre arroz cremoso. Es un plato realmente logrado. También aconsejable la brocheta de chipirones y vieira sobre puré, y las carrilleras estofadas con puré de castañas y manzanitas al vino, en su punto de cocción. Los pescados está en su punto, pero sin resultar nada especial -los he probado dos veces, y me decanto por los conocidos-. Me gusta el detalle del moscatel con los postres. Salvo el postre de canutillos de manzana rellenos de manzana, los demás me parecen muy logrados.
En fin, un placer para los sentidos a precio contenido, y con una carta de vinos donde podemos encontrar referencias muy interesantes que se alejan de los vinos más comerciales, con determinados vinos de autor que nos harán disfrutar aún más de las especialidades.

Cena en la Viña de Xabi

Uno de mis favoritos en Santiago. Lo podéis encontrar en San Pedro de Mezonzo, muy cerca de la Plaza Roxa. Es un pequeño restaurante, que mantiene la estructura y decoración del bar que ocupaba ese local hace años (el Etcétera) y que no está para nada acorde con la comida. Nos sorprenderá gratamente.
Tienen una carta muy amplia, con una cocina moderna, creativa y elaborada, además de una relación calidad precio inmejorable en Santiago. Me encantan los platos que realizan con huevos: Los que ponen las gallinas, con bacalao y pisto,... la morcilla envuelta en masa brick, las ensaladas, su versión del pulpo a la gallega, y sus platos de carne. No trabajan pescados salvo el bacalao. Y lo mejor su carta de vinos. realmente impresionante. Lástima que no tengan un espacio dedicado a bodega, pero para los amantes de los vinos de autor, aquí tenemos un gran local.
Es interesante también para ir un día de semana a tomarse un vino, que acompañan con unas tostas variadas como tapa. Y la relación calidad precio de lo mejor que encontramos en Santiago.

miércoles, 10 de octubre de 2007

El mercadito, Santiago

Hace unos días fuimos a comer a un restaurante compostelano llamado El mercadito. Ya lo conocíamos de una ocasión anterior, y nos había resultando una comida un tanto desigual, con platos interesantes y otros sin nada especial que ofrecer. El restaurante lo podéis encontrar en la calle Galeras, a donde se puede ir andando desde la zona vieja sin problemas. El local tiene una zona de entrada bastante amplia, con decoración moderna. El comedor resulta acogedor, y si reserváis podréis tener una mesa redonda ligeramente separada del resto.
Escogimos tomar un menú degustación para cuatro, que contaba con seis platos y dos postres:
Salmonete empanado en maiz con alioli y soja, servido ensartado y sobre un vaso con ali-oli; huevo, pisto y pan de maiz; tomate relleno de guacamole, con reducción de módena (realmente delicioso); vichisoisse templada con berberechos. Y dos segundos, lubina con espuma de limón (algo fuera de punto, y la espuma no le aportaba nada especial) y carrillera con judías y patata al horno (otro de los puntos fuertes del menú) De postre: torrija al ron con helado de plátano sobre crema de limón (impresionante) y milhojas con tofe.
La carta de vinos bastante clásica, muy centrada en riojas y riberas, así como en los blancos - para un restaurante de categoría que se le supone-, y con pocas referencias de vinos de autor fuera de estas denominaciones.

En resumen, una sensación extraña al finalizar, con grandes diferencias entre unos platos y otros, y dentro del mismo plato diferencias de punto entre la ración que se presenta a cada uno de los comensales (alguno de los platos con huevo y pescado venía totalmente fuera de punto) que nos deja certo sabor agridulce. de todos modos buen servicio y acogedor local.

lunes, 8 de octubre de 2007

En Roma el 20 de Mayo


Por allí anduvimos con Ger y Luisa. Las pateadas
fueron bastante buenas, aunque como ya no era la primera vez que estábamos por allí las cosas fueron diferentes. Nunca me dejarán de sorprender los helados romanos y la pizza en el bareto menos esperado. La decepción que la playa del Lido sea privada, un desastre.

De qué va esto????

Nos dedicaremos a poner los lugares que nos gustan, fotos de los viajes que hayamos hecho, y algo sobre los restaurantes y vinos que probamos. En fin, de todo un poco, que está bien compartir los sitios que valen la pena.