sábado, 12 de marzo de 2011

Restaurante el Deseo, Granada

En nuestra visita cultural y gastronómica a Granada teníamos en mente probar este restaurante situado en la plaza la Romanilla, al lado de la catedral, y por lo tanto muy cerca de la casa donde nos alojamos.
Por lo que se comentaba en los foros y en verema la relación calidad-precio era muy buena, y tenian además la peculiaridad de adjudicar un adjetivo a cada uno de los vinos que tienen.
Cenamos algo temprano por culpa de los enanos, y decidimos sentarnos en la sala de entrada, ya que tienen un sofá continuo que es muy cómodo para Antía. Compartimos la berenjena rellena y las falsas croquetas de queso (un queso italiano del que no recuerdo el nombre rebozado en pan rallado) Deliciosos los dos entrantes, creo que no había tomado una berenjena rellena tan buena.
De segundo escogí el risotto de alcachofas con cigalas, bien elaborado, con la cremosidad necesaria. Isabel tomo la tagliatta di Manzo, carne de ternera blanca, acompañada de verduras a la plancha. Chus tomó la sartén de pasta con gambas y verduritas. Mis suegros tomaron la sopa de almejas, una elaboración aproximada a la clam-chowder (me recuerda a la deliciosa clam chowder que tomé en Newport, Oregon) Para Antía unos macarrones carbonara que estaban impresionantes, creo que mejores que los que tomé en Florencia en nuestro último viaje hace casi cuatro años.


Los platos muy buenos, bien los puntos de sazón y de cocción de los alimentos, aunque la técnica no sea elaboradísima. Lo mejor viene con el sorbete de mojito acompañado de frutas frescas, que aunque algo caro (6,90€) vale la pena el precio. Normalitos los otros postres, como el helado de avellana sumergido en café o la piña con helado de romero, que si bien está conseguido el sabor del helado no presenta dificultad técnica.
Como me sucede en Granada, no puedo hablar de los vinos, ya que tengo una conexión especial con la Alhambra especial 1925, por la que me decanto siempre.
El precio alrededor de 30€ por cabeza.

Granada: restaurante Pasiegas

En la misma plaza Pasiegas, con vistas a la fachada de la catedral de Granada. Un local de corte moderno, con barra de pinchos, preciosa terraza con buenas tapas y sala informal con aire moderno. Es un restaurante a medio camino entre un bar para turistas con menú del día y raciones y un restaurante con algunos platos algo más elaborados.
Estos días que pasamos en Granada disfrutamos de su terraza, sus tapas y de una buena comida a la carta.
De primero compartimos unas tortillitas de camarones, que si bien no llegan al nivel de Balbino, en Sanlúcar, resultan sabrosas y nada grasientas. Además tomamos una de las elaboraciones típicas de Andalucía oriental para el invierno, que son las habitas frescas con jamón, bien servidas en una ración abundante.
Por otro lado mi suegra (Eufrasia) se tomó una sopa de ajo que decía que estaba muy buena.



De segundo Isabel se decantó por el revuelto de bacalao, pero el bacalao tenía un punto en exceso de sazón. Chus se tomó una ensalada completísima, mi suegro por el rabo de toro, elaboración clásica bien realizada y por otro lado abundante, y yo disfruté del solomillo de cerdo relleno de pistachos y jamón, que estaba realmente bueno. Todo ello regado con la Alhambra reserva 1925, aguas y después café. Salió por algo menos de 30€ por cabeza, con tres postres incluidos.

jueves, 3 de marzo de 2011

Abastos 2.0, cocina de mercado, en el mercado

Hemos estado celebrando el cumpleaños de Isa disfrutando con una comida sin niños en el Abastos 2.0 , una visita que queríamos realizar desde hace tiempo, recomendados por Rudy. La concepción del local es simplemente diferente. Podríamos decir que es un pequeño bar de tapas en el mercado de abastos, pero con elaboraciones y servicio de alta cocina. En invierno se puede comer o cenar en una mesa alta en la que se pueden acomodar unos 12 comensales, siendo ese el total del aforo del local. En la web del local ofrecen las diversas posibilidades para disfrutar de su cocina. Pero pasemos a lo que nos interesa, comentando el menú.
Comenzamos por unos maquis de salmón, alga nori, arroz y wasabi que presentan sin montar, para que el comensal se los elabore a partir de los ingredientes. Se está conviertieendo en un clásico, pero el punto de marinado del salmón es un acierto.
Continuamos por unos espárragos acompañados de una gelée de pomelo y una mayonesa de cítricos. Muy buen punto de cocción de la verdura, y exquisita la gelée.



Después vino la xarda a la plancha rematada en horno de vapor. Se aprecia totalmente el sabor intenso a mar de la xarda, dándole valor a un pescado que ha sido denostado durante muchos años, por abundante. Para mi gusto le faltaba un minuto o dos de plancha, ya que al ser un lomo completo no se despegaba perfectamente la carne de la piel en la parte central. Además el tamaño de la pieza hacía que se enfriase rápidamente, con lo cual se perdía cierto gusto por la misma. Quizá con una pieza más pequeña no tendrían ese problema.


Después llegaron con un lomo de merluza al vapor, sobre una salsa de limón elaborada con el propio jugo de la merluza. Simplemente deliciosa. Una elaboración sencilla pero muy lograda. Lástima no poder disfrutar también de la piel debido a las escamas que se dejaron.


Después de la merluza el tercero de los pescados del mercado, el lomo de salmonete, sabroso, a la plancha. Quizás el plato más normalito de los que presentaron. Acompañado de unas migas para el gusto de Isabel excesivamente jugosas, ya que no hacían contraste con la textura del pescado.




Para finalizar un huevo hecho a baja temperatura, con migas, espuma de patata y chorizo. Muy bueno, perfecta combinación con la verdura que traía, y buen colofón a esta comida con los productos del mercado de Santiago. Precioso el recipiente en que lo presentan, dice mucho de lo que cuidan las presentaciones.

Como postre un coulant de chocolate en su justo punto, totalmente líquido en el centro, acompañado de un trozo de piña y fresa. 

Para los vinos nos dejamos guiar, disfrutando de un treizadura con los dos primeros, un godello (Sil) con los siguientes y terminando con un gran cierto de ribeira sacra, Cividade. Mineral, olor a cuero, sabroso y gustoso. Impresionante. 
Nuestra impresión es que este local seguirá siendo un éxito, y creemos que subirá como la espuma si siguen con ese trato al cliente, y gracias a una apuesta innovadora y creativa. Entre mis favoritos.