Empezamos por los encurtidos de aceituna, pimiento y alcaparras, así como el tomate con capellanes. Buen tomate, aunque poco aliño para el capellán, pero algo que solucionamos con una botellita de aceite. Después pasamos a las patatas asadas con allioli y el zarangollo (revuelto de calabacín, más o menos) que estaba casi tan bueno como el que hace mi compañero Jesús Coll. También probamos el rabo de cerdo frito, aunque hubo a quien le dio impresión, a mi me pareció interesante.
Después caracoles en salsa, y como plato principal un dúo de caldo con pelota, para mi gusto bastante bueno, con el toque de limón justo, así como un gazpacho manchego.
Después una fruta preparada, café y licor de hierbas.
Lo regamos con vinos locales y cafés. El precio muy contenido, 23€ por cabeza.
No he leído la carta, pero sólo por la barra y los vinos de que disponen merecerá otra visita.
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