miércoles, 16 de abril de 2008

De celebración en Ana (Santiago)

Era 12 de abril, y como es un día especial, la tía Chus se quedó a mediodía con Antía y nos acercamos al Ana a comer, que nos queda a 100m de casa.
Los que no lo conocéis -es uno de nuestros favoritos, aunque adolece de novedades en la carta- debéis saber que está en la zona de Sar, en el cruce entre Castrón Douro y rúa do Olvido.
Es una preciosa casa con un patio de piedra muy recomendable en las noches de verano, y con varios comedores con decoración minimalista, jugando con la piedra de las paredes.

Este sábado decidimos pedir de entrantes el variado que ofrecen en la carta, en vez de alguno de los clásicos como el salteado de verduras con langostinos. El variado nos decepcionó. Gambas envueltas en pasta brick, croquetas de setas y de marisco, envueltos de queso y tostas de bacalao y zanahoria. El que más me ha decepcionado ha sido este último, que antes servían sobre patata en rejilla frita, y ahora en un pan tostado demasiado duro. Entiendo que es más cómodo para la cocina, pero ha mi me ha defraudado.

En cuanto a los segundos, no decantamos por la ya clásica y no por ello menos deliciosa brocheta de salmón y vieiras sobre arroz cremoso de mariscos. La brocheta en su punto de cocción, y el arroz con muchísimo sabor, como siempre. Es un acierto de la carta. También tomamos el bacalao con crema de calabaza. Estupendo de textura y sabor, y la crema combinaba perfectamente.

De vino nos decantamos por el Coma Vella (creo que 28€ la botella) es un delicioso priorat y era la segunda ocasión que lo probaba, y trajo a mi mente el recuerdo de la primera (allá por Vielha) El vino es impresionante. Os animo a probarlo, realmente merece la pena. Creo recordar que es mezcla de garnacha, cabernet, cariñena y syrah. Estupendamente ensamblado, con largo paso de boca, aroma de frutos maduros y chocolate. Se me hace la boca agua.

Sólo yo tomé postre, decantándome por la crema de mascarpone con mermelada de mango. es uno de los buenísimos postres de la carta (creo que el único de la carta que no es para mi es el de los canutillos de manzana) Normalmente el postre lo acompañan con un moscatel blanco, pero en nuestro caso no nos lo sirvieron, pero no lo reclamamos para acabar la botella de vino.

En resumen, un restaurante precioso, una carta de vinos que merece una mención, una carta equilibrada, pero que no evoluciona, sin innovaciones, y unos postres deliciosos. El servicio, sólo mujeres, muy desigual de unos días a otros, necesita prestar más atención y no cometer ciertos errores.

Su teléfono: 981570792

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